LA REPÚBLICA Diario Federal.. Madrid. Martes, 26 de mayo de 1891. AÑO VIII. Núm. 2279. Pág. 3
Sobre el pueblo de Millares (Valencia) descargó hace pocos días una horrorosa tormenta que arrasó por completo toda la vegetación de aquel término municipal á consecuencia del huracanado viento y gran cantidad de granizo de regular tamaño.
No recuerdan los nacidos (dice una carta de Millares) una cosa parecida, puesto que en algunos puntos alcanzó el granizo una altura de medio metro, quedando envueltos entre el mismo, triturados por completo, los cereales, que se hallaban espigando, y arrasando también igualmente los viñedos, que presentan el mismo aspecto de cuando se hallaban recién podados.
¡Qué porvenir se nos espera más aterrador!. Por todas partes desolación, y en perspectiva el hambre con toda su desnudez horrible.
No queda más recurso á estos míseros habitantes que la emigración, abandonando sus terrenos, yermos actualmente, en busca de trabajo donde ganarse el pan de sus familias, puesto que por el año actual ya han recolectado todas las cosechas pendientes.
Además, como si la Providencia se hubiera cebado con este mísero término, son incalculables además los terribles efectos de la lluvia torrencial y nunca vista que siguió á la tormenta, y que en muy pocos minutos destruyó el trabajo acumulado de varios años, arrastrando todas las tierras en la mayor parte de los campos y destrozando calzadas [márgenes], vallas y demás, a beneficio de las cuales se podía con trabajo conseguir un cultivo en este escabroso terreno.
NOTA: Tremendo episodio meteorológico acaecido en la localidad y que, sumando sus efectos a los producidos por la epidemia de cólera del año precedente, y de la que dimos cuenta en la entrega anterior, nos pueden dar una visión de las dimensiones sociales y económicas que tuvo que padecer la población. Ya lo dice la frase: “A perro flaco todo son pulgas”.
LAS PROVINCIAS. Viernes, 21 de enero de 1898. Núm. 11471. Pág. 2
PARA LOS DAMNIFICADOS, tras la inundación del 10 de noviembre
El gobernador civil procedió ayer a hacer efectivas las cantidades asignadas por la Junta Provincial de Socorros á los pueblos damnificados. La distribución se ha hecho en la forma siguiente: Jalance, 1500 [pesetas]; Cofrentes, 2000; Cortes de Pallás, 1000; Millares, 500…
NOTA: En la relación de pueblos aparece el nombre de numerosas localidades de la provincia de Valencia que también recibieron su correspondiente indemnización destinada a paliar los daños de la inundación del 10 de noviembre de 1897.
LAS PROVINCIAS. Jueves, 3 de febrero de 1898. Núm. 11484. Pág. 2
PARA LOS DAMNIFICADOS
Los alcaldes de Cofrentes, Villar del Arzobispo, Millares, Gestalgar, Casas Altas, Casas Bajas, Albuixech, Villanueva de Castellón y Cortes de Pallás, han retirado del Banco de España las cantidades que se les señaló por la Junta de autoridades para el socorro de los damnificados de aquellos pueblos.
NOTA: Como complemento a estas dos noticias añadiremos los acuerdos tomados por la Corporación Municipal en las sesiones celebradas para tratar ese asunto, los días 23 de enero y 6 de febrero de 1898, así como para presentar la justificación del gasto de las 500 pesetas recibidas en concepto de indemnización, en la sesión del día 2 de marzo de ese mismo año. Todos estos datos los hemos obtenido de las Actas de la Corporación que se guardan en el Archivo Municipal.
Formaban la Corporación las siguientes personas:
Alcalde: VICENTE SÁEZ LORENTE
Concejales: JOSÉ SÁEZ CARBÓ
VICENTE SÁEZ PÉREZ
MANUEL PÉREZ SÁEZ
RAMÓN LORENTE SÁEZ
RAMÓN SÁEZ PÉREZ
Secretario: JOSÉ LORENTE CARBÓ.
23 enero 1898. Se reúne la Asamblea para tratar de acordar los medios de establecer paso por el Júcar, puesto que es indispensable para la vida de la población. [Parece ser que tras las fuertes lluvias del mes de noviembre pasado el puente quedó destruido].
Se acordó que se calcule el coste de la reconstrucción del puente y que, sin levantar mano, se proceda a girar un reparto vecinal para su pago, estableciéndose una cuota fija por vecino, y lo restante se recargue por contribución territorial.
06 febrero 1898. El alcalde comunica a la Asamblea que la única cantidad de dinero que ha podido conseguir de la Junta Provincial de Socorro, con destino a la reconstrucción del puente, asciende a quinientas pesetas. Por unanimidad se acuerda: “Que en vista de la aflictiva situación de la población al no tener puente ni paso practicable sobre el río Júcar y que de prolongarse esta inadmisible situación tendría que emigrar la mayor parte de vecindario por no ser posible la vida sin dicho paso por el río, prescindiendo de los incalculables perjuicios causados en todo este término municipal por los recientes temporales y ciclones, tanto en las huertas como en las presas, cauces y edificios, que con tan pequeña cantidad como la recibida no alcanza el uno por ciento de los perjuicios sufridos, sin contar los inmensos del puente de referencia, siendo esta la necesidad más vital y urgente se destine dicha suma a la adquisición de materiales más indispensables para la reconstrucción de dicho paso, girando desde luego un repartimiento vecinal proporcionado a la posibilidad de cada vecino hasta obtener la cantidad indispensable para las obras de construcción (…) Que se proceda con urgencia á encargar los cables, compra de maderas, fabricación de cal y cuanto sea indispensable a la preparación de las obras”.
Como complemento a lo reflejado en el párrafo anterior, en la sesión del 6 de febrero, se añadió lo siguiente: “la Junta Local de Socorro, despues de haber conferenciado entre si, y de discutir el asunto con toda detencion, considerando que la necesidad mas urgente en la actualidad de la poblacion es la reconstruccion del Puente sobre el Jucar arrastrado por la fuerza de la corriente de las recientes pasadas inundaciones [noviembre de 1897] toda vez que este paso le pone en comunicacion con los Pueblos de la Ribera de Valencia y de la Hoya de Buñol de donde importa los articulos de primera necesidad á cambio de alborgas de esparto y carbon, con cuyas pequeñas industrias se ocupan todos los habitantes de este Termino, y que de demorarse el restablecimiento del paso de dicho rio tendria que emigrar la mayor parte del vecindario. Considerando que esta Junta acudio desde los primeros momentos á remediar las mas urgentes necesidades abriendo una suscripcion entre sus individuos, Ayuntamiento, Guardia Civil y contribuyentes, que unido á las cien pesetas que dono Don Manuel Pons de Valencia al ver por si tanta calamidad, en cuyos fondos se invirtieron en la compra de maiz y sardinas que fueron repartidas por raciones á las clases mas necesitadas durante la furia del temporal, con lo cual se pudo conjurar de momento el conflicto”.
02 marzo 1898. Se adjunta cuenta justificativa, solicitada con urgencia por parte del Gobernador civil, de la inversión de las quinientas pesetas recibidas de la Junta provincial de socorros, para remediar los efectos de las pasadas inundaciones. Se justifica mediante el abono de 330 pesetas a Juan Ramón Sáez Pérez, por la compra de cable para la reconstrucción del puente; el pago de 165 pesetas a Manuel Pérez Carbó, por la compra de las maderas necesarias para la tablazón de dicho puente, y el pago del 1% de las quinientas pesetas satisfecho a Hacienda, por un importe de 5 pesetas. Todo lo cual da de pagos 500 pesetas.
LAS PROVINCIAS. Lunes, 29 de junio de 1903. Núm. 13455. Pág.2
FUERA DE VALENCIA. CORTES DE PALLÁS
El 25 del actual hubo un incendio en un monte situado en este término y Otonel, agregado á este pueblo, propiedad de D. José Lorente y otros vecinos de Millares, de cuyo último pueblo salieron 40 hombres con los dueños del monte, pudiéndose sofocar el fuego á las ocho de la noche, después de once horas de ímprobo trabajo. Se quemaron unas 30 hectáreas, que contenían sobre 3000 pinos y 700 piezas de madera de las compradas en dicha finca por D. Juan Vicente Quílez. Las pérdidas materiales se estiman en cinco mil pesetas [algo menos de 60 € actuales]. Se cree que el incendio no fue casual.
NOTA: Obsérvese que se dice en la noticia que los montes de Otonel eran propiedad de José Lorente y de otros vecinos de Millares.
También es de destacar cómo 40 hombres trabajando durante once horas, fueron capaces de sofocar un incendio forestal sin ningún tipo de ayuda con medios aéreos.
En la presente entrega traemos a esta sección de la página web una recopilación de noticias aparecidas en diferentes publicaciones en las que se trata el episodio de la epidemia de cólera que padeció la población de Millares en el verano del año 1890.
El destino ha querido que, en estos momentos en los que recordamos este episodio de epidemia de cólera, estemos viviendo una reedición de hechos similares a los acaecidos en el año 1890; ahora estamos padeciendo la epidemia de Covid-19, una enfermedad de alto nivel de contagio con resultado de muerte en algunos casos, para la que no hay ni remedio eficaz que la combata, ni vacuna que la prevenga. Esta epidemia está extendida por todo el mundo. Llegó a España en febrero de este año 2020, habiéndose originado en China en el mes de diciembre de 2019.
Volviendo a los hechos históricos, hemos de decir que el cólera de 1890 no ha sido la única epidemia que ha azotado la población de Millares; hubo otra epidemia de esta misma enfermedad en el año 1855. Comparando los efectos de estas dos epidemias obtenemos los siguientes resultados: en 1855 vivían en Millares 870 habitantes y fallecieron, en ese año, 80 personas en total, siendo 48 los fallecimientos a causa del cólera; por su parte en 1890 la población de Millares había descendido hasta los 740 habitantes, falleciendo 59 vecinos en ese año, de los cuales 41 a causa del cólera.
Justamente hace ahora 100 años, la población de Millares se vio afectada por una nueva epidemia con resultados trágicos: la mal llamada gripe española. Esta gripe no tuvo su inicio en España, sino en Estados Unidos; el motivo de llamarla española es debido a que en el resto de países de Europa, inmersos en plena Primera Guerra Mundial al comienzo de la pandemia, los periódicos no informaban del impacto de la gripe entre la población, para no desanimar a las tropas en combate. Dado que España era un país que no intervino en esta gran guerra, los periódicos nuestros sí que informaban del desarrollo de la enfermedad; de ahí el nombre de la misma.
¿Cómo afectó la gripe en Millares? Revisando los datos de defunciones desde 1918 hasta 1922, periodo en que el virus de la gripe se extendió, hemos contabilizado unos 40 fallecimientos a causa directa de la gripe o a causa de enfermedades asimilables con ella; téngase en cuenta que los sanitarios de aquella época no disponían de los medios actuales para realizar un diagnóstico ajustado a los síntomas detectados en los enfermos. Así, diagnósticos de fallecimiento por catarro pulmonar, bronconeumonía gripal, catarro bronquial, bronquitis, y hasta pulmonía y tuberculosis, podían perfectamente ser confundidos con casos de gripe, dado que la sintomatología era muy parecida (fiebre elevada, dificultad respiratoria, tos intensa, hemorragia pulmonar, etc.). Hay que recordar que, según los epidemiólogos, esta pandemia de gripe ocasionó en todo el mundo alrededor de 40 millones de fallecidos. Esperemos que la actual epidemia de Covid-19 no llegue a estas cifras tan sumamente elevadas, y que los laboratorios encuentren pronto una vacuna eficaz contra este nuevo virus.
Ahora, sí; pasemos a conocer el tratamiento que dieron algunos periódicos de la época al impacto del cólera de 1890 en Millares, a través de diversas noticias que se publicaron por entonces.
Tras un largo paréntesis en la publicación de las antiguas noticias de Millares aparecidas en los periódicos de hace muchos años, reanudamos esta tarea de recopilación con las reseñas que a continuación exponemos.
Pedimos disculpas a nuestros seguidores, pero la investigación en otros asuntos que atañen a nuestra localidad nos ha impedido dedicarnos a esta labor emprendida con anterioridad.
El Consejo de Ministros del Gobierno de España declaró el día 17 de abril del año actual el “Toque Manual de Campanas” como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial.
El toque manual de campanas es un “lenguaje sonoro que ha funcionado a lo largo de los siglos como un medio de comunicación, puesto que cumplía las funciones sociales de informar, coordinar, delimitar el territorio y proteger al vecindario”, además de la simple llamada a misa. Los toques de campanas han sido los encargados de “organizar la vida de la comunidad de vecinos, de marcar los tiempos, el horario de trabajo, el espacio tanto diario como festivo y, como no, el duelo”.
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