TODOS LOS SANTOS FRENTE A HALLOWEEN

Voy a transcribir, con la debida autorización de su autor, unas reflexiones publicadas por el cronista oficial de la localidad de Otos (Vall d’Albaida, Comunitat Valenciana), Daniel Alfonso, alrededor de la celebración de estas efemérides.

 

Aprovechando la celebración de la festividad cristiana de Todos los Santos, y su paralela fiesta pagana importada de la cultura anglosajona, he creído oportuno recoger las impresiones de Daniel Alfonso y dejarlas plasmadas en esta página web, para que veamos cómo ha evolucionado la celebración de esta festividad de marcado carácter tradicional.

 

Dice así el cronista Alfonso:

 

“Con toda probabilidad, Todos los Santos es la celebración que más se ha transformado en el calendario festivo. Con un cambio de tal magnitud que el tradicional Todos los Santos y el moderno Halloween son casi antagónicos y reflejan a la perfección dos sociedades con dos enfoques de la vida casi opuestos.

 

En el origen, el cristianismo adoptó antiguas creencias relacionadas con el culto a los muertos en pleno otoño, cuando la noche le gana al día y los árboles pierden las hojas, configurando la festividad de Todos los Santos y al día siguiente la de las Almas. Unos días que para la sociedad era un momento triste de reencuentro con los antepasados, de visitar sus tumbas y de ofrecerles flores como recuerdo de su pasado. De reunirse las familias y de volver la vista atrás en las conversaciones mantenidas con un cierto espíritu de pertenencia común. De hablar sobre el pasado, el presente y el futuro entre los familiares y los vecinos que se reencontraban con nostalgia en el cementerio.

 

La actual celebración de Halloween se encuentra en plena expansión y manifiesta una ruptura con la sociedad tradicional, fruto de una concepción de la vida totalmente diferente. El 31 de octubre es un día de disfraces que banalizan la muerte. A menudo con botellones hasta la madrugada, donde no se come pasteles de “Tosantos” ni panecillos de mazapán (panellets), sino que se ingiere mucho alcohol, como hacían en la mitológica fuente del Olvido. Pero en ese contexto la protagonista es una muerte superficial y efímera que no tiene ninguna relación con la defunción de familiares ni amigos, sino que se trata de un momento de diversión, de un segundo carnaval tematizado de brujas y calaveras. Y al día siguiente, el 1 de noviembre, es el momento de descansar de la gran fiesta anterior. Un cansancio físico que pone difícil vestirse con la mejor ropa de los domingos (mudarse) para visitar a los antepasados en el cementerio, pero también un replanteamiento mental que deja de lado quedar con las tías y las primas para ir a un lugar feo donde te cuentan historietas aburridas puesto que, quien ha muerto ya es pasado.

 

Podemos ver cómo la transformación de Todos los Santos va más allá de la diferencia entre disfrazarse el 31 de octubre o mudarse el 1 de noviembre. Manifiesta una desmemoria colectiva que rompe con las raíces del pasado y que prioriza vivir un presente sin perspectiva temporal. Pero también pone de manifiesto unas estructuras familiares que han cambiado mucho, un poder de los comercios por vender más en la era del consumismo (tampoco se ve ninguna campaña publicitaria ni ninguna noticia mediática referidas a Todos los Santos) y un ejercicio de pensamiento único y superfluo que, progresivamente, nos hace ser más dóciles.”

©2016 - Ayuntamiento de Millares | Aviso Legal | Desarrollado por COMmuniquemCon la colaboración de:  València Turisme